diciembre 28, 2012

Aquel primer viaje





"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo". Gálatas 4:4
¿Qué distancia hay entre Nazaret y Belén? Si estás Bournemouth - Inglaterra, y quieres ir a Londres, hay unos 115 kilómetros; aproximadamente 1 hora en automóvil. Pero si estás en Nazaret de Galilea y viajas con tu esposa embarazada a pie, como le sucedió a José; Belén está a unos 130 kilómetros. Es probable que ese trayecto les haya llevado a José y María alrededor de una semana, lo relatado en la Biblia al respecto de su recepcion en Belen fue que no se hospedaron en un hotel agradable o lujoso cuando llegaron a su destino. Lo único que pudo encontrar José fue un lugar en un establo, y María dio a luz allí a «su hijo primogénito» (Lucas 2:7). Sin embargo, el viaje de Jesús fue de mucho más que 130 kilómetros. Él dejó Su lugar en el cielo a la diestra de Dios, vino a la tierra y tomó forma humana. Finalmente, lo colgaron en una cruz para que muriera y lo sepultaron en una tumba prestada. Pero el trayecto no había terminado, porque conquistó la muerte, salió de la tumba, volvió a caminar entre los hombres y ascendió al cielo. Más aún, el viaje no terminó allí, un día, Jesucristo regresará como Rey de reyes y Señor de señores.
Si viajas a alguna parte durante este mes para celebrar la temporada Decembrina, reflexiona en el viaje que Jesús hizo por nosotros. Descendió del cielo a la tierra para morir por nosotros y poner a disposición la salvación por medio de Su muerte en la cruz y Su gloriosa resurrección.

¡Alaba a Dios por aquel primer viaje que hizo Cristo por amor a nosotros!
 
 

diciembre 16, 2012

Fortaleza Diaria



 


"… Jehová es la fortaleza de mi vida" Salmo 27:1
Tendemos a dividir la vida en categorías: llenamos nuestros días de ocupaciones tales como el trabajo, los pedidos, las tareas del hogar, el cuidado de los niños; y después, tratamos de forjarnos tiempo para actividades «espirituales» como la iglesia, los grupos pequeños, las devociones personales, actividades, etc. Pero sabe no veo esta división en los salmos. De alguna manera, David y los demás poetas se las arreglaban para hacer que Dios fuera el eje gravitacional de sus vidas, de modo que todo se relacionara con Él. Para ellos, la adoración era una actividad esencial en la vida; no algo que cumplir al pasar, a fin de poder reasumir las otras actividades o algo que hacían para que otros lo vieran. Todos nosotros necesitamos experimentar el proceso de permitir que el Señor esté en cada detalle de nuestra vida. Todos necesitamos adorarle, agradecerle y rogar que nos fortalezca para todo cuanto enfrentamos diariamente. Necesitamos darle a Dios el lugar en nuestra vida que solo Él se merece.
Le comento que para mí, los salmos se han convertido en un paso en dicho proceso de reconocer el lugar central que le corresponde al Dios verdadero. Los escritores de los salmos tenían un ansia, un deseo y un hambre del Señor que si los comparo con mis deseos los míos parecen anémicos. Anhelaban profundamente a Dios, como lo hace un ciervo exhausto y sediento de agua (Sl 42:1-2). Yacían despiertos durante la noche soñando con «la hermosura de Jehová» (Sl 27:4). Preferían pasar un día en la presencia del Señor que mil años en otra parte (Sl 84:10). Estos poetas inspirados estaban inscritos en «LA ESCUELA AVANZADA DE LA FE Y ADORACION». Quizá hoy deberías invertir un tiempo con Dios para confortar tu alma, renovar tus pensamientos y permitir que Dios con su bendita Palabra fortalezca tu vida. Hay muchas cosas importantes, urgentes en tu vida, pero necesitas mas que todas estas cosas la fortaleza de Dios para enfrentar este día en el Señor (Ef. 6:10).
Reflexión: Para tener un corazón fortalecido, depende de Cristo y su Palabra en cada instante de tu vida.
 

 

diciembre 15, 2012

Un lugar especial para Dios

 
…dio a luz a su hijo primogénito… y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. - Lucas 2:7
Cuando era niña, a fines de los años 20, Gracia Ditmanson Adams solía viajar con sus padres misioneros por el interior de China. Más tarde, escribió sobre esos viajes y los lugares abarrotados de personas donde pasaban la noche, posadas en aldeas llenas de gente que tosía, estornudaba, fumaba, bebés que lloraban y niños que se quejaban. Su familia colocaba colchonetas sobre tablas apoyadas en caballetes, en una habitación grande junto a todos los demás.
Una noche nevada llegaron a una posada y la encontraron totalmente colmada. El posadero expresó su pesar, luego hizo una pausa, y dijo: «Síganme». Los llevó a una habitación contigua que se utilizaba para almacenar paja y equipo agrícola. Allí durmieron en un lugar tranquilo para ellos solos.
Después de aquel incidente, siempre que Gracia leía que María «dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón» (Lucas 2:7), admiraba el relato de manera diferente. Mientras que algunos describían al posadero como un ejemplo de la humanidad indiferente y pecaminosa que rechazó al Salvador, Gracia escribió: «Verdaderamente, creo que el Dios Todopoderoso utilizó al posadero como la persona que dispuso un lugar más saludable ante la condición de María que la abarrotada posada, un lugar de privacidad».
Con los ojos de la fe vemos la provisión de Dios para María y la sensibilidad del posadero. Cuan agradecidos que debemos estar por la maravillosa provisión de Dios en Cristo, Él es el mejor regalo que tenemos y el recurso eterno de Dios para nuestras vidas. Seamos sensibles en este mes, especialmente con Dios, busquemos adorarlo, pasar tiempos con Él, servirle más y de todo corazón buscando Su Gloria. Dejemos a un lado el mundanal ruido y estrés que envuelve este tiempo, y enfoquémonos en aquel que se hizo hombre y dejo la gloria celestial para venir a buscarnos. Muchas veces no encontramos satisfacción para el alma, porque la buscamos en los lugares y cosas equivocadas.
Recordemos nuestra satisfacción la encontramos solo en Cristo.
 

"La voluntad de Dios"

 
¿La voluntad de Dios?

 “Respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí”. - 2 Co.12:8
El pedido de oración escrito de puño y letra por esta mujer era desgarrador porque parecía algo imposible: «Por favor, oren. Tengo esclerosis múltiple, debilidad muscular, problemas para tragar, dolores crecientes y pérdida de visión». El cuerpo de la mujer estaba derrumbándose, y pude percibir su desesperación en aquel ruego por intercesión.
Pero después, apareció la esperanza; esa fuerza que triunfa sobre las tragedias y la degradación física y ella dijo: «Sé que nuestro bendito Salvador tiene el control. Su voluntad es lo más importante para mí».
Tal vez esa mujer necesitaba mis oraciones, pero yo precisaba algo que ella tenía: una confianza indestructible en Dios. Parecía un retrato perfecto de la verdad que Dios le enseñó a Pablo cuando este le pidió que aliviara aquel problema que denominó «un aguijón en mi carne» (2 Corintios 12:7). Su petición no solo pareció ser algo imposible de conceder, sino que su Padre celestial se la negó por completo. La lucha constante del apóstol, la cual era claramente la voluntad de Dios, contenía una valiosa lección: A través de la debilidad del apóstol, podían manifestarse y perfeccionarse la gracia y el poder del Señor (vs. 9).
Cuando derramamos el corazón delante de Dios, debemos estar más interesados en conocer su voluntad que en recibir la respuesta que queremos. La gracia y el poder provienen de tal actitud.
Recordemos que no oramos para que nuestra voluntad se haga en el cielo, sino la de Dios en la Tierra.