julio 03, 2014

INTEGRIDAD









“CAMINANDO y viviendo una vida consagrada en CRISTO”


II Crónicas 12:14


¿Han oído la palabra “integridad”? El diccionario Webster lo define como “honestidad; libre de influencias o motivos corruptibles.” Se puede describir como hacer y decir lo mismo, el hecho de que sus palabras y acciones concuerdan. Una persona de integridad no toma malas decisiones basadas en el dinero o influencia. Una persona de integridad toma decisiones basado en lo que es recto y lo que es malo. Quizás está pensando, “¿y qué tiene que ver eso con caminar viviendo una vida consagrada a Cristo?” Es una buena pregunta. Tiene todo a ver para avanzar bien hacia la meta.


Vamos a ver.


Hechos 4: 32-37
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.
¿Por lo que; eran conocidos los creyentes de la iglesia primitiva? Eran conocidos por su generosidad. No había nadie necesitado entre ellos porque ellos compartían. Algunos vendían sus casas y sus terrenos para proveer a los necesitados. Bernabé fue uno de ellos. Era animador y quería ayudar a los otros creyentes.


Nuestra historia de la iglesia primitiva continúa con una pareja, Ananías y Safira. Ellos también vendieron un terreno. Como otros creyentes de la iglesia primitiva, como también Bernabé, ellos voluntariamente decidieron vender su propiedad y traerles el dinero a los apóstoles. Pero ellos decidieron hacer algo que los otros creyentes no hicieron. Ananías y Safira decidieron decepcionar a los apóstoles. Ellos querían aparentar que habían dado todo el dinero generosamente, pero no tenían ninguna intención de darlo todo. Hechos 5: 1-11


Ananías fue a ver a los apóstoles. Les dio una porción del dinero fingiendo que lo había dado todo. Pero el Espíritu Santo le revelo a Pedro que Ananías no estaba siendo honesto. Pedro le reclamó, “¿Cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno?” (Hechos 5:3) Pedro le explicó a Ananías que el uso del dinero había sido a su gusto pero la mentira fue a Dios. “Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto.” (Hechos 5:5) Unos hombres jóvenes llevaron a Ananías y lo sepultaron. Y le dio gran temor a la gente que se enteró. “Unas tres horas más tarde entró la esposa [Safira].” (Hechos 5:7)  Ella no sabía lo que había ocurrido pero Pedro le preguntó acerca del dinero. Quería saber si ella también iba a intentar a decepcionarlo. Safira también mintió y dijo que habían dado todo el  dinero. Pedro le reclamó acerca de su pecado y, “En ese mismo instante ella cayó muerta.” (Hechos 5:10).


Y un gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que se enteraron de estos sucesos pero la gente seguía admirando a los creyentes de la iglesia primitiva. Aunque tenían precaución al unirse a ellos, más y más hombres y mujeres se estaban convirtiendo en creyentes en el Señor. Empezamos hablando acerca de la integridad. ¿Qué tiene que ver con la historia de Ananías y Safira y los creyentes de la iglesia primitiva? Como creyentes representamos a Dios a la gente que nos  rodea. ¿Qué piensa que le dice a la gente acerca de Dios cuando decepcionamos a alguien o mentimos? Hace que la gente piense que así es Dios. ¿Es eso verdad? ¡No! Dios habla la verdad. No puede mentir. Para representarlo a Él, debemos hablar con la verdad. Los creyente de la iglesia primitiva tenía problemas, pero el testimonio  y la integridad de los otros creyentes era tan fuerte que muchos continuaron creyendo. Desafortunadamente, algunos tenían precaución de confiar en Dios a causa de lo que hicieron Ananías y Safira. ¿No prefiere acerca a la gente a Dios en lugar de alejarlos?


¿Cómo fueron igual a los creyentes de la iglesia primitiva Ananías y Safira? (vendieron su propiedad y le dieron dinero a los apóstoles) ¿Qué fue diferente en el regalo de ellos? (no entregaron todo el dinero) ¿Qué hicieron mal? (Les dijeron a los apóstoles que habían dado todo el dinero de la venta de su propiedad) ¿Qué les sucedió a Ananías y Safira? (ambos murieron) ¿A quién le mintieron al mentir? (a Dios)


¿Qué piensan que hizo que Ananías y Safira hicieran lo que hicieron?


II Crónicas 12:14 dice de un rey del Antiguo Testamento, “Y él hizo lo malo porque no dispuso su corazón para buscar al SEÑOR.”


¿Jamás han pensado acerca de eso?


Cuantas veces preferimos culpar a alguien más cuando pecamos. Realmente la decisión es nuestra.


La Biblia nos habla claramente acerca del pecado. En Génesis 4:7 se describe como algo que “está a la puerta esperando para agarrarnos.”


¿Qué necesitamos hacer?


Sabemos que aunque éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Proveyó el camino para librarnos del la esclavitud del pecado.


Si usted es seguidor de Jesús, ¿ha vivido una vida perfecta?


Yo tampoco. Para empezar, tenemos que guardar nuestros corazones.  (Proverbios 4:23) Pero cuando pecamos, tenemos que deshacernos del pecado  que nos asedia. (Hebreos 12:1) Tenemos que dominarlo. (Génesis 4:7) Podemos hacerlo cuando preparamos nuestro corazón para buscar a Dios, a través de la gracia derramada en su hijo JESUCRISTO por medio de la FE. Hebreos 11:1



¿Por qué no se compromete a hacerlo hoy, a través de esa fe?