La Biblia nos orienta en Proverbios 13:24 “El que escatima la vara, odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia.” tambien en Proverbios 22:15 “La necedad está ligada en el corazón del niño; la vara de disciplina la alejará de él.” a vezes queremos confundir al castigo con el amor e intentamos no gastigar por que supuestamente amamos, Dios nos enseña en Hebreos 12.8: “Pero si estáis sin disciplina..., entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos.” sabemjos que el castigo es desagradable (Heb. 12:11) y por tanto, muchos cristianos pasan por alto esta enseñanza.
Y como resultado, vemos tres tragedias inminentes (Hijos en la Fe, o hijos propios):
(1) Hijos que no saben distinguir entre el bien y el mal,
(2) No respetan la autoridad de sus padres ni tampoco la de Dios.
(3) No se dan cuenta que el comportamiento egoísta trae consecuencias desagradables. Les cuesta captar la seriedad del pecado.
Supongo que se preguntaran entonces ¿Qué es la vara en la Biblia?
Se ha generado mucha polemica respecto a esta pregunta, e infelizmente hoy dia existen Cristianos abusando de su autoridad sobre sus subordinados, usan la biblia para justificar sus abusos, espirutualmente hablando la Biblia nos enseña en Mateo 18.15: Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano" y en Galatas 6.1: "Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". en ambos casos Dios nos orienta a; aconsejar, guiar y ayudar a tu hermano/a a volver al camino y a los principios de la palabra y no a juzgar como si fueran propiedad tuya, recuerda que al que mucho se le da mucho se le demanda.
(1) Hijos que no saben distinguir entre el bien y el mal,
(2) No respetan la autoridad de sus padres ni tampoco la de Dios.
(3) No se dan cuenta que el comportamiento egoísta trae consecuencias desagradables. Les cuesta captar la seriedad del pecado.
Supongo que se preguntaran entonces ¿Qué es la vara en la Biblia?
Se ha generado mucha polemica respecto a esta pregunta, e infelizmente hoy dia existen Cristianos abusando de su autoridad sobre sus subordinados, usan la biblia para justificar sus abusos, espirutualmente hablando la Biblia nos enseña en Mateo 18.15: Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano" y en Galatas 6.1: "Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". en ambos casos Dios nos orienta a; aconsejar, guiar y ayudar a tu hermano/a a volver al camino y a los principios de la palabra y no a juzgar como si fueran propiedad tuya, recuerda que al que mucho se le da mucho se le demanda.
Ahora en cuanto a nuestros propios hijos y es en ellos que quiero centralizar este articulo y baseandonos en los textos biblicos arriba leidos vemos que Dios especifica la vara como un instrumento de corrección y amor. en particular pienso que no debe ser un palo grande, sino una ramita de un arbusto o árbolito, algún medio metro de largo (para niños pequeños) pero no muy grueso. Este tipo de varita arde (y a veces deja rayitas) pero no hace daño permanente. Si usted no tiene arbustos o árboles cerca de su casa, puede conseguir varitas en otro sitio y guardarlas en la refrigeradora. A mi juicio, otros instrumentos de corrección son imperfectos: la mano no duele bastante y la correa lastima demasiado.
¿Cuándo debe ser aplicada?
TIPOS DE REBELION QUE EXIGEN CASTIGO FUERTE E INMEDIATO:
1. El niño le dice “no” cuando le manda hacer algo.
2. El niño le trata con falta de respeto o con sarcasmo.
3. Usted le dice al niño que haga algo (ven, aléjate de allí, silencio, etc.) y éste no se mueve para cumplir con la orden.
4. El niño estorba la adoración de los cristianos. (Iglesia, Pequeño Grupo (celula) etc..)
La vara no debe ser aplicada para descuidos u olvidos, sino para actos de rebelión como los descritos arriba. Esos pueden ser corregidos con castigos menos fuertes.
Se debe comenzar a usar la varita cuando los niños aprendan lo que significa la palabra “no,” alrededor de 1 a 18 meses de edad. Por ejemplo, el niño comienza a meterse en un lugar donde no debe y los padres le dicen, “no.” El niño mira a los padres, habiendo entendido la palabra “no,” pero se mete de todos modos donde no debe. Es señal para comenzar el castigo amoroso. No se debe castigar a un niño pequeño de menos de 10 meses o hacerlo llorar cuando no entiende nada de lo que se le dice, debes ser amoroso con el.
¿Cómo debe ser aplicada?
La corrección debe ser “un gran acontecimiento.” Me da pena ver a padres que dan repetidos cachetazos o bofetadas a sus hijos incluso dentro de la iglesia irrespetando la casa de Dios, En un período de 30 minutos, le pegan al niño 10 veces o más. Este castigo caprichoso es un abuso. cuando veo esto, me pregunto sera que Dios haria lo mismo contigo? y la respuesta de parte de Dios es siempre la misma, hijo yo te AMO y por muy grande que sea tu falta te perdonare y guiare por buenos pasos a traves de MI PALABRA, es decir tus palabras deben tener: amor, paz, armonia, respeto y por sobre todas las cosas poder para disciplinar.
Gwendolyn Webb señala siete pasos para hacer que el castigo sea un gran evento:
(1) Buscar la varita. Es bueno no apurarse en este paso para que el niño tenga tiempo para reflexionar en sus acciones.
(2) Llevar al niño a un lugar apartado. Castigar al niño frente a otros es abusar de él.
(3) Expresar el amor y la desaprobación de la rebelión. Mi padre siempre me decía, “este castigo me duele más a mi que a ti, pero tengo que hacerlo porque te amo.” No lo creía en aquel tiempo pero ahora sí.
(4) “Aplicar” la varita a las piernas o la colita. La cantidad de aplicaciones depende del tamaño del niño pero creo que entre 3-6 normalmente es suficiente para los pequeños. Si “bailan” o tratan de eludir su disciplina, será necesario dominarlos y darles más por no aceptar lo que les corresponde. Nuestra hija mayor siempre trataba de brincar y evitar la varita y entonces nosotros con mucho esfuerzo la dominabamos y le decíamos, “estas tres son para la desobediencia, y ahora tres más por brincar.” Le costó algunos meses, pero por fin se dió cuenta que no le convenía “bailar” sino aceptar su disciplina.
(5) Hacer que el niño se rinda. Si la rebelión trata de negarse hacer algo (limpiar el cuarto, arreglar los juguetes, etc.), después del castigo, lleve al niño a su cuarto o a los juguetes y dígale, “ahora, haz lo que te dije.” A veces los niños todavía desafiarán la autoridad de sus padres y si lo hacen, hay que disciplinarles otra vez. Quizás hay que castigarles cuatro o cinco veces antes de que se sujeten, pero es de suma importancia no dejar que el niño gane esta batalla de voluntad.
(6) Después de un buen rato, cuando todo se haya tranquilizado y el niño se ha “endulzado,” el que ha aplicado la discipilina, debe tomar el niño en los brazos y comunicar el amor con él. Pero cuidado, si es el padre que lo ha aplicado, la madre no debe adelantarse en dar cariño al niño, para no dejar la impresión jamás que simpatice con su rebelión. Los padres siempre tienen que apoyarse mutuamente en la disciplina.
(7) Perdonar la transgresión.
Errores
Es de suma importancia evitar errores comunes en la disciplina.
(1) Amenazar el castigo sin cumplir. Muchos padres amenazan castigo pero el niño sabe que están min-tiendo. Los gritos y las palabras fuertes no substiyen a la disciplina amorosa, sino pueden llegar a ser el abuso verbal.
(2) Castigo que no duele. Una madre dijo una vez, “el niño se rie cuando le castigo.” Pero el problema es que le daba con la mano por encima de los pañales y los pantalones. Hay que aplicar la varita a la piel Si no hay dolor, no ha habido corrección.
(3) Contradecir un padre al otro frente al niño. Si usted piensa que su cónyuge haya sido demasiado fuerte con el niño (o vice versa), no lo diga frente al niño, sino luego, en un lugar privado.
(4) El abuso físico. (véase abajo)
Evitando el abuso
(a) ¡Discipline al hijo con amor, y no para vengarse de él! La Biblia autoriza solamente la disciplina que proviene del amor y no la que proviene del deseo de venganza. Si usted está airado y no tiene dominio propio, ¡no toque al niño!
Recuerdo bien como mi padre varias veces me dijo, “Hijo, estoy demasiado enojado para castigarte ahora, pero en quince minutos cuando me tranquilice, te voy a dar lo que mereces”. Así me enseñó la importancia de disciplinar con dominio propio. (Y nunca se olvidó de darme “la medicina después de pasar los 15 minutos.)
(b) No humille al niño frente a otros. Llévele a algún lugar privado y allí dele lo que necesite.
(c) Nunca darle al niño en la cara. Dios hizo lugar para la disciplina corporal (la colita o las piernitas). Aplique la varita allí.
(d) Con los niños pequeños, puede poner su mano en la pierna donde está aplicando la disciplina, así asegurándose con o que la varita arde sin ser demasiado fuerte.
Dios dice, “Al presente, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia.” (Hebreos 12:11). “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma.” (Proverbios 29:17) Confiemos en estas promesas.
(1) Buscar la varita. Es bueno no apurarse en este paso para que el niño tenga tiempo para reflexionar en sus acciones.
(2) Llevar al niño a un lugar apartado. Castigar al niño frente a otros es abusar de él.
(3) Expresar el amor y la desaprobación de la rebelión. Mi padre siempre me decía, “este castigo me duele más a mi que a ti, pero tengo que hacerlo porque te amo.” No lo creía en aquel tiempo pero ahora sí.
(4) “Aplicar” la varita a las piernas o la colita. La cantidad de aplicaciones depende del tamaño del niño pero creo que entre 3-6 normalmente es suficiente para los pequeños. Si “bailan” o tratan de eludir su disciplina, será necesario dominarlos y darles más por no aceptar lo que les corresponde. Nuestra hija mayor siempre trataba de brincar y evitar la varita y entonces nosotros con mucho esfuerzo la dominabamos y le decíamos, “estas tres son para la desobediencia, y ahora tres más por brincar.” Le costó algunos meses, pero por fin se dió cuenta que no le convenía “bailar” sino aceptar su disciplina.
(5) Hacer que el niño se rinda. Si la rebelión trata de negarse hacer algo (limpiar el cuarto, arreglar los juguetes, etc.), después del castigo, lleve al niño a su cuarto o a los juguetes y dígale, “ahora, haz lo que te dije.” A veces los niños todavía desafiarán la autoridad de sus padres y si lo hacen, hay que disciplinarles otra vez. Quizás hay que castigarles cuatro o cinco veces antes de que se sujeten, pero es de suma importancia no dejar que el niño gane esta batalla de voluntad.
(6) Después de un buen rato, cuando todo se haya tranquilizado y el niño se ha “endulzado,” el que ha aplicado la discipilina, debe tomar el niño en los brazos y comunicar el amor con él. Pero cuidado, si es el padre que lo ha aplicado, la madre no debe adelantarse en dar cariño al niño, para no dejar la impresión jamás que simpatice con su rebelión. Los padres siempre tienen que apoyarse mutuamente en la disciplina.
(7) Perdonar la transgresión.
Errores
Es de suma importancia evitar errores comunes en la disciplina.
(1) Amenazar el castigo sin cumplir. Muchos padres amenazan castigo pero el niño sabe que están min-tiendo. Los gritos y las palabras fuertes no substiyen a la disciplina amorosa, sino pueden llegar a ser el abuso verbal.
(2) Castigo que no duele. Una madre dijo una vez, “el niño se rie cuando le castigo.” Pero el problema es que le daba con la mano por encima de los pañales y los pantalones. Hay que aplicar la varita a la piel Si no hay dolor, no ha habido corrección.
(3) Contradecir un padre al otro frente al niño. Si usted piensa que su cónyuge haya sido demasiado fuerte con el niño (o vice versa), no lo diga frente al niño, sino luego, en un lugar privado.
(4) El abuso físico. (véase abajo)
Evitando el abuso
(a) ¡Discipline al hijo con amor, y no para vengarse de él! La Biblia autoriza solamente la disciplina que proviene del amor y no la que proviene del deseo de venganza. Si usted está airado y no tiene dominio propio, ¡no toque al niño!
Recuerdo bien como mi padre varias veces me dijo, “Hijo, estoy demasiado enojado para castigarte ahora, pero en quince minutos cuando me tranquilice, te voy a dar lo que mereces”. Así me enseñó la importancia de disciplinar con dominio propio. (Y nunca se olvidó de darme “la medicina después de pasar los 15 minutos.)
(b) No humille al niño frente a otros. Llévele a algún lugar privado y allí dele lo que necesite.
(c) Nunca darle al niño en la cara. Dios hizo lugar para la disciplina corporal (la colita o las piernitas). Aplique la varita allí.
(d) Con los niños pequeños, puede poner su mano en la pierna donde está aplicando la disciplina, así asegurándose con o que la varita arde sin ser demasiado fuerte.
Dios dice, “Al presente, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia.” (Hebreos 12:11). “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma.” (Proverbios 29:17) Confiemos en estas promesas.
Recuerden que Dios es el mas interesado en que nuestros hijos sean orientados con disciplina y amor, pues ellos seran los embajadores del evangelio del futuro... y es tu responsabilidad mantenerlos dentro del proposito del Reino de Dios...
Bendiciones Feliz Fin de Semana ....